¡Hola!
Por aquí hace un domingo perfecto para quedarse en casa viendo una peli y tejiendo sin parar. Aunque por Málaga la temperatura no es fría como para decir sofá y manta, espero que pronto baje, porque tengo ganas de estrenar esta manta multicolor que os enseño hoy y que es muuuuyyyy calentita.
Sin duda, ha sido un trabajo a largo plazo. Ya ni me acuerdo cuándo la empecé, pero de lo que sí estoy segura es de que fue antes de mudarnos, por lo que puede hacer año y medio o dos. Ha sido de esos trabajos que tengo parado y de vez en cuando me acordaba de él y lo iba cogiendo. Tenía que acabar todos los trabajos pendientes para cumplir uno de mis retos de 2015, así que me puse manos a la obra y lo conseguí.
Lo terminé antes del verano, pero con el calor no me parecía adecuado enseñarlo. Ahora que empiezan a bajar las temperaturas, en unos sitios más que otros, pienso que es el momento de mostrarlo.
El propósito que tenía con esta mantita, más que abrigar (que también), era acabar con esos ovillos que tenía en mi stash y, por un motivo u otro, no les veía proyecto a los que destinarlo.
No he seguido un patrón en concreto, ya que simplemente era seguir un punto zig zag a crochet. Monté cadenetas hasta que llegué a la medida de la que quería el ancho de mi manta. Después cogí todos los ovillos que quería utilizar para tejerla, en concreto 14 colores y los ordené como me gustaría que quedara la combinación de colores.
Puse la lana doble, para que fuera calentita me cundiera más. Y con un ganchillo de 5mm comencé a tejer hasta ir acabando con todos esos ovillos.
Hace unos días os enseñaba algunas mantas para hacer y aprovechar los restos de lana, si te lo perdiste lo puedes ver aquí. Así que hoy tenía que enseñar mi versión para aprovechar esos restos de lana.
¡Espero que paséis un feliz domingo! :)